¿Quien?

¿Quien te consuela cuando tu mundo se esta derrumbando?
¿Quien te da el aliento cuando no puedes seguir respirando?

¿Quien te da su atención, comprensión, no te juzga y no te considera débil?
¿Quien respeta tus ideas y no trata de hacerte sentir inadecuada ni inútil?

¿Quien desea ver que tus ojos brillen de felicidad?
¿Quien te enseña a encuentrar tu serenidad?

¿Quien te siembra un poco de esperanza cuando ya se te ha ido toda del alma?
¿Quien te acuerda de que vienen días mejores y te restaura la calma?

¿Quien no te ataca a la primera oportunidad que se presenta?
¿Quien no te trata como si fueras su sirvienta?

¿Quien no te hace llorar por las mañanas y no te abandona por las noches?
¿Quien te da el espacio para aprender de tus errores y te brinda la mano cuando te caes?

¿Quien, con una sola mirada, sabe inmediatamente que estas sufriendo y delicadamente te abraza y te hace sentir mejor?
¿Quien se llena de inmensa alegría al verte riendo y cuando estas herida, siente tu dolor?

¿Quien te ayuda a sanar todo lo que haz escondido en lo más profundo?
¿Quien te da de su tiempo y entendimiento sin realmente esperar nada a cambio?

Considérate una persona muy dichosa si ya tienes a ese alguien tan especial pues el resto del mundo no es tan dichoso. Resulta que es cierto que la soledad cuesta más de lo anticipado mientras que cuesta mucho mas estar con alguien que no aprecia y nunca aprecio lo que tenía y quizás aun tenga. Abriendo los ojos no cuesta nada, cerrándolos puede costarlo todo.

Mi fiel bolígrafo pacientemente esperaba mis próximas palabras, sabiendo que mientras más escribía mas me desahogaba de la polémica que ocurrió esta mañana. El resultado fue este artículo. Hay días en que solamente existen papel y bolígrafo como acompañantes.